El barrio del Pópulo

La ciudad de Cádiz es la más antigua de occidente fue fundada hacia el año 1.100 A.C.. Gadir fue el primer nombre de Cádiz, que en lengua púnica significa “reducto fortificado”.

En el año 206 A.C., los cartaginenses fueron derrotados por los romanos en la segunda guerra púnica. La ciudad se declara entonces aliada de Roma llamándose Gades. De esta época quedan restos arqueológicos, como el teatro romano parcialmente enterrado bajo los cimientos del barrio del Pópulo, varias necrópolis en las cercanías de Puerta de Tierra etc. Durante su época de más esplendor llegó a ser la ciudad más importante del imperio fuera de la península itálica.

La ciudad fue conquistada en 1.262 por Alfonso X el Sabio. La entonces pequeña ciudad comprendía el actual barrio del Pópulo reconstruido y amurallado sobre el núcleo árabe anterior. El Pópulo es el barrio más antiguo de todos los actualmente existentes en Cádiz, data del siglo XIII, aunque los edificios más antiguos que conserva son del siglo XVII.

El recinto de, aproximadamente 4 Hectáreas y de planta cuadrada tenía tres de sus lados amurallados y con una entrada en cada frente, el cuarto lateral daba al acantilado bajo el cual rompían las olas del océano. De las murallas se conservan actualmente algunos restos y los tres arcos, que fueron las antiguas entradas al barrio.

“Arco de los Blancos”: Se llamó Puerta de Tierra por ser a tierra firme hacía donde se abría., nombre que por la misma razón toman más tarde las que conocemos hoy por Puertas de Tierra. Era cuando la ciudad quedaba reducida al llamado “recinto Alfonsín” y se abre en la calle Obispo Félix Soto que separa el Pópulo del barrio de Santa María. Muy cerca se encontraba la alcazaba del rey Alfonso X, actualmente guardería infantil.
Se llamó también de Santa María porque junto al camino que la puerta partía se levantó un convento de religiosas, siendo el primer establecimiento conventual de nuestra ciudad.
El nombre conservado hasta hoy, se debe al apellido de la familia Blanco, quien en el siglo XVII costeó e hizo una capilla sobre el arco dedicada a la Virgen de los Remedios.
Esta puerta está relacionada con el castillo, que en aquella época se levantó en el sitio que se llamaba el Monturrio, por ser punto elevado y por tanto idóneo para emplazar esa fortaleza.
Detrás de la sacristía baja se construyó en el siglo XVII la capilla de las reliquias, de planta elíptica y cubierta con cúpula trasdosada.
Lo primero que sorprende de esta puerta es su gran longitud, tanto que más que una puerta o arco, se diría que es un túnel o un pasadizo. En realidad no tiene ningún trazado recto, si no va que va formando un quiebro en su dirección abriéndose en bocina según se acerca a la calle Mesón Nuevo.
Se observa en las paredes y en el medio cañón unas juntas, lo cual habla de que este arco de los Blancos está formado de varias partes, hechas sin duda alguna en distintos tiempos.

“Arco del Pópulo”: Antiguamente se llamó “Puerta del mar” ya que hacía cara a las aguas de la mar tranquila del puerto. También se llamó Puerta Principal de la Villa, o simplemente Puerta de la Villa. El arco también sufrió los ataques del Conde Essex, cuando a sus soldados les dio por hacer fuego contra el cuadro de la Virgen colocado encima de la puerta. Por lo escrito junto a esta imagen en la que se imploraba su favor al pueblo <> recibieron así su nombre el arco, Virgen y barrio actual.
Este arco une la conocida actualmente como calle Pelota (anteriormente se llamaba calle de Alonso el Sabio) y la calle Fabio Rufino.
Enseguida se observa que tiene algo en común con el arco de los Blancos y es su longitud. Lo más primitivo es la zona interior. Esta zona está formada por un primer tramo cubierto por un envigado de ladrillo por tabla que sostienen dos arcos; inmediatamente hay un arco adintelado y tras un breve espacio otro arco cuya cara posterior hace fachada. Por la calle Pelota nos encontramos la fachada con un estilo más clásico.

Cuando los ingleses saquearon la ciudad acribillaron a balazos el cuadro de la Virgen que se encontraba colocado encima de la puerta. A pesar de todo el cuadro sólo recibió balazos en la tabla quedando la imagen ilesa. Esto se consideró como un auténtico milagro e hizo que la devoción hacia la imagen de Nuestra Señora del Pópulo se acrecentara notablemente. Para darle culto adecuado a esta imagen y con el objeto de evitar posibles nuevas profanaciones, en el año 1.599 se comenzó a construir una capilla entre las dos torres y encima del arco. Más adelante D. Bartolomé de Villavicencio, regidor de Cádiz, renovó el marco del cuadro de la Virgen sustituyéndolo por otro de oro estofado. Con la autorización del Obispo, construyó un corredor cubierto a todo lo largo del espacio comprendido entre las dos torres y sobre la bóveda del arco, a modo de capilla, con altar para poder celebrar oficios. Años más tarde se realizan obras para la reforma de la capilla y estuvo cerrado al público bastante tiempo.

“Arco de la Rosa”: Está situado en el extremo de la calle de este nombre que da a la plaza de la catedral nueva. Antiguamente se llamó “Puerta de Santiago” ya que esta puerta era para comunicarse con un área expansiva donde podría aumentar la ciudad y nos encontrábamos con la actual Iglesia de Santiago. No se tiene claro realmente de donde proviene el nombre de la rosa, se sabe que había una imagen que presidía el arco y tenía una rosa pero también hubo personajes importantes relacionados con la ciudad que se apellidaban de la Rosa.

Tuvo dimensiones similares a los otros dos arcos pero tiempo más tarde se modificaron agrandándose por alto porque surgió la necesidad del paso de procesiones; bien religiosas o civiles. El arco está resuelto con ladrillos mediante una rosca. Sobre el arco actual se ve un matacán; se define como cuerpo volado que sobresaliendo de una pares o de un muro enfila desde lo alto y en vertical una entrada.

Aparte de los tres arcos se podría citar otro, es el llamado “arquillo del Obispo”. Está en la pequeña calle llamada pasillo del Obispo. Este arquillo se hizo cuando la catedral nueva era un hecho y se quiso poner una fácil comunicación entre ésta y la casa del Obispo.

Dentro del barrio del Pópulo nos encontramos con la “Casa del almirante” cuya fachada es decorada con columnas salomónicas en mármol rosado. La Casa del Almirante es una casa-palacio de Cádiz, producto del comercio indiano de la ciudad, situada en la plazuela de San Martín. Fue mandada construir a finales del siglo XVII por la familia del almirante de la Flota de Indias Don Diego de Barrios. Del exterior destaca la magnífica portada de mármoles de Génova, salida del taller de los Andreoli y montada por el maestro García Narváez. El patio columnado, la escalera bajo cúpula elíptica y el salón del piso principal dan aún muestra de su nobleza.
Se trata de una casa-palacio de estilo barroco. En la grandiosa fachada, modificada por el hijo del constructor, D. Ignacio de Barrios, sobresale la portada de mármoles rojos y blancos, con dos cuerpos: el inferior con cuatro columnas pareadas de orden toscano y el superior con un balcón enmarcado por columnas salomónicas y frontón curvo con el escudo familiar, además de otros adornos propios del estilo. En la parte superior dos torres miradores con pilastras rematan el conjunto.
En su interior son dignos de mención: el salón principal, de planta irregular con el escudo familiar pintado en el techo y el patio, de arcos apuntados sobre columnas toscanas; una cúpula elíptica sobre pechinas cubre la escalera.
En 2008 comenzaron las obras para acondicionarlo como hotel de gran lujo.

La Casa del Obispo es el nuevo y espectacular yacimiento arqueológico que se puede visitar en el Pópulo. A través de modernas instalaciones y detallados paneles explicativos el yacimiento refleja la ocupación sucesiva en la isla gaditana desde época fenicia.

El edificio se levanta sobre la antigua casa episcopal, reutilizando restos de grandes edificios públicos romanos, que a su vez se superponen a los fenicio-púnicos. Por todo ello se ha podido documentar una secuencia crono-estratigráfica conservada desde el siglo VIII a. C. hasta la actualidad, revelándonos de esta forma la evolución de este espacio y al mismo tiempo de la urbe donde se halla emplazado.